lunes, 20 de noviembre de 2017

ALPINISMO EN EL VIGNEMALE EN DOS DÍAS

La ascensión al Vignemale, es una espectacular salida de alta montaña que, nos permite contemplar y disfrutar de la belleza del valle de Ordiso y de una grandiosa panorámica del resto de lugares por los que pasamos.
        
Explanada del Refugio de Ordiso


        Paco, Pablo, Pepe y nuestro guía de Alta Montaña, Alain, quedaron en la ofi el 16 de noviembre, a las 9:30 de la mañana, desayunaron para coger fuerzas, echaron las mochilas al todo terreno y subieron, hasta el refugio de Ordiso (1580 m), donde aparcan, cogen las mochilas, reparten las cargas y salen, sobre las 11 de la mañana, hacia la cabaña de la Cerbillona, a 1820 m.

Paco, Pablo, Pepe y Alain, listos para echar a andar.

          Aprovechan el día soleado que les ha salido y, aunque con algo de viento, caminan fácil aunque, tienen que andar con cuidado porque hay batida de caza de jabalís.

Inicio del "paseíto"

        En 1h más o menos, remontando el valle por un camino bastante accesible y cómodo, llegan a la cabaña del Cerbillonar. A partir de aquí, ya empieza lo “gracioso”.

Comienza la subida

          Suben por un camino empinado donde empiezan a sentir el desnivel en sus piernas. Desnivel que ya no cesa hasta llegar a la explanada de la cubeta glaciar del Cerbillonar (2700 m).

Cubeta Glaciar del Cerbillonar a 2700 m

          Aquí tienen una zona relativamente llana, donde pueden plantar la tienda y, sobre las 17:00 ya se ponen a derretir nieve y prepararse una suculenta cena con un poco de pasta, unas sopas, un poco de fiambre y frutos secos, esperando que les aporten lo suficiente para poder reponerse un poco y afrontar el día de mañana a tope de power (que no os engañen: en montaña, por lo menos 1 sobre por persona).
  
Plantan la tienda y se ponen a fundir nieve
         
A la rica pasta

















Aprovechan la tarde para disfrutar de su privilegiada atalaya, mientras nos mandan algunas fotillos y, empiezan a ver anochecer desde su hotel de 1000 estrellas. Les hace frio pero lo que se puede ver desde allí hacen que se les olviden las inclemencias meteorológicas.


Sobre las 20:30 ya están metidos en el saco para descansar algo hasta las 5 de la mañana, hora a la que tienen previsto levantarse. Tampoco es que duerman mucho, que si uno ronca, que si otro tiene una piedra en la espalda … pero, hacen lo que pueden.
Espectacular anochecer que no se puede describir con palabras. 


5:00 de la mañana. ¡Arriba, chavales¡ aunque ya estaban todos más o menos despiertos. Preparan unas infusiones, con unas magdalenas y unos bollycaos.

En cuanto terminan de desayunar, preparan las mochilas y lo necesario para la ascensión. La tienda la dejan montada y ya la recogerán a la vuelta.

          La decisión está tomada tras meditarlo por última vez desayunando. Alain opta por escalar un esbelto corredor que surca la pared SSW del Pico Montferrat (3219 m). Lo escaló en el año 2003 junto a Santi Chavez y lo llamaron “As de Poker “ aunque dada su ubicación, es muy probable que algún Pirineísta ya lo hubiera escalado en épocas anteriores.

Pues, por aquí van a subir
       La acumulación de nieve en la llamada ruta normal de la Moscowa es mayor y, las condiciones en esta vertiente del Montferrat se adivinan, cuanto menos, bastante buenas.
Los cuatro echan a andar sobre las 6:30 de la mañana aunque, nada más empezar, Pepe no se encuentra con muchas fuerzas. El desnivel del día anterior ha hecho mella y la nieve profunda a ratos en el plato y cubeta de acceso al corredor, tampoco ayudan mucho a que se anime…Momentos de duda aunque tiene que decidirse ahora porque una vez metidos en el corredor, ya no es posible dar la vuelta.
Muy a su pesar, Pepe decide volver a la tienda y allí nos esperará hasta nuestro regreso. No pasa nada, seguro que habrá más oportunidades: las montañas siempre nos esperan.

Pronto, la pendiente se agudiza hasta los 40º y se guardan los palos para pasar a encordarse y utilizar los piolets a la entrada del corredor. Se encordan los tres en ensamble (escalan todos a la vez, con una distancia de seguridad entre uno y otro, poniendo seguros intermedios). Pero pronto una plancha de hielo a unos 60º les obliga a realizar un minilargo.

Plancha de hielo guapa jeje
La subida por el corredor no se les hace excesivamente complicada salvo por algunos resaltes de roca que la dificultan un poco y en los que tienen que usar técnicas de escalada en mixto (roca y nieve).

Subida por el corredor "As de Póker"
En el primer resalte complicado, a Paco se le sale un piolet y cae hasta colgar de la cuerda (ya estaba tensa) por lo que, todo queda en una simple anécdota ya que íbamos encordados y Alain aseguraba desde lo alto con una buena reunión en ese paso.

Encuentran resaltes mixtos de nieve y roca
Un segundo resalte mixto con un cono de nieve azúcar, hace a Alain emplearse a fondo.Los últimos largos se les han hecho duros (la altura se deja notar y la nieve comienza a ser profunda) pero por fin alcanzan la salida de la vertiente.

Últimos largos
Continúan subiendo hasta salir a la cresta y llegar a la cima del Montferrat (3219m).
La soledad y paz alcanzada en este punto, contrasta con la fuerte y heladora brisa de Norte. El glaciar de Ossoue se recupera de un tortuoso verano sin ninguna traza que perturbe su bello peinado otoñal.

Tras un solidario abrazo en la cima del Montferrat, abandonan la cúspide y retoman la cresta. Pasos fáciles en roca donde sus crampones arañan la roca y se alternan con flanqueos sobre nieve helada.

Algo de descanso en la cima del Monferrat
Tras asegurar varios pasos en un resalte clave, Paco pierde el móvil que se precipita hacia la ladera Norte en un tobogán sin fin. Decide probar suerte y baja a buscarlo mientras sus otros dos compañeros continúan camino hacia él salvador collado que los ha de guiar en bajada fuera de este helador pero salvaje lugar.

El cansancio acumulado es palpable en los últimos resaltes antes de coronar la cima del Pico Central (3227m). Obligados por el cansancio,  paran a llenar sus pulmones  de  aire y continúan en esta odisea inacabable. Pocos metros antes de alcanzar la cima, Paco aparece sonriente con su teléfono intacto y aprovecha para sacar alguna bonita foto.

Mientras Paco intenta alcanzar a Alain y Pablo, después de recuperar su móvil.

Son las 13:30 cuando alcanzan su última cumbre de la jornada.

Paco y Pablo en la cima

Aupa Pablo, ese valenciano que se vino a Pirineos

Alain y Pablo disfrutan de las sensaciones de lugares tan espectaculares como éste.
Ante semejante panorama, deciden no perder más tiempo del debido y fácilmente ganan el collado de Lady Lyster.
Esta vertiente Sur se caracteriza por su peligrosidad; el sol transforma la nieve rápidamente y fuertes avalanchas de fusión suelen ensordecer en su caída al osado alpinista que acometa la bajada en pésimas condiciones de nieve.
Se une a este último dato que los fuertes vientos de Norte pueden haber formado delicadas placas de viento con lo que la tensión y el estado de alerta de  Alain llegado este punto es máximo.

La peligrosa vertiente sur del collado Lady Lister
Por suerte un pequeño frente de nubes ha mantenido el sol a raya desde el amanecer y la nieve está, a priori, en buenas condiciones todavía. Hace ya una hora que el sol incide sin barrera alguna por lo que ante la gran fatiga acumulada, deciden parar a reponer fuerzas antes de afrontar un descenso que se adivina cuando menos épico.

La comida es copiosa, pan, salchichón, chocolate, frutos secos amenizados con agua y golosinas energéticas han de conseguir aportarle los nutrientes necesarios para evitar calambres y posibles caídas en esta empinada rampa de bajada.

Pablo empezando a bajar las primeras palas del collado
Empiezan a afinar las primeras palas bajo el collado y comprueban que los antiboot (piezas de plástico insertas bajo el crampón para evitar la formación de zuecos) no son milagrosos. Pablo cae en dos ocasiones obligando a Alain a tensar la cuerda y detener la posible caída. El silencio es total y la tensión se masca en el ambiente mientras continúan perdiendo metros.
Los flanqueos se suceden mientras en ocasiones los crampones chocan con la roca oculta.
  
Un último y delicado flanqueo sobre una caída de 200 metros hacia la Moscowa les obliga a asegurar y realizar un minilargo con seguros intermedios. Por fín ganan la cresta de la Moscowa y la tensión se relaja por unos instantes. Nos describen el lugar como brutal. La pared nevada de la Labaza (circo sur del Vignemale) contrasta con los verdes pastos vertiente abajo en el fondo valle. Les separan 1200 metros todavía hasta esos anhelados llanos.
  
En la cresta de la Moscowa Paco y Pablo
La vertiente se desploma hacia el corredor de la Cerbillona a un lado y a la Moscowa a otro. Como funambulistas, van recorriéndo la perfilada y nevada arista hasta conseguir llegar a la chimenea de la Moscowa.
Han sido necesarios el asegurar varios pasos… un error en este filo sería fatal.
  
Alain se emplea a fondo en un rápel mientras Pablo va bajando

Instalan un punto de rapel y tras unir las dos cuerdas de las que disponen, consiguen llegar rapelando a la parte baja de la chimenea.

Siguen rapelando hasta llegar a la parte baja de la chimenea de la Moscowa

Se abrazan descargando la tensión acumulada… son conocedores de que el camino hasta la tienda donde espera Pepe es bastante más fácil que todo aquello que han realizado hasta este lugar.
  
Se desencordan y libremente disfrutan en soledad mientras descienden de un coctel de emociones que quedará sellado a fuego para siempre en sus recuerdos.

Pepe los recibe contento y feliz, la ausencia de noticias y la soledad vivida durante horas hace que no calle durante un rato. Reconoce haber dormido como un lirón y sentirse recuperado para afrontar la larga bajada. No quieren que se les haga demasiado tarde y ya con los petates hechos, empiezan a desandar el mismo camino que anduvieron ayer a la subida.

De repente a una altura de unos 2300m al pobre Pepe, se le tuerce un tobillo. Vaya mala suerte¡¡. Dudaron en llamar al Helicóptero, pero decide intentar bajar por sus propios medios y acabar esta aventura como la emprendió: con la máxima autonomía. El equipo humano se reorganiza y se reparten las cosas entre el resto del equipo para que vaya menos cargado. Parece que puede seguir andando.
  
Llegando a la cabaña de Ordiso, punto de partida y fin de la inolvidable experiencia
Y con las mismas, llegan, sobre las 18:00 del viernes 17 de noviembre, hasta el todo terreno que habían aparcado en la cabaña de Ordiso.

La jornada no acaba hasta que llegan a Torla, se reparen los materiales y se toman unas cervecillas para celebrar la vuelta. Se les ocurre comerse un chuletón pero Pablo y Pepe tienen que marchar a Valencia, donde viven y curran y mañana a las 7 de la mañana.
La siguiente vez será. Todos se van más que contentos y más que reventados, con una nueva aventura cumplida y disfrutada.

Durante esta ascensión, Alain estuvo testando los piolets de Salewa modelo NORTH-H ICE AXE (540gr de peso y 52,5 cm de largo) y, nos comenta lo siguiente:


"He de decir que, sin duda,  se trata de una muy buena herramienta técnica y polivalente.  Permite ser utilizado como piolet bastón y asegurar en posición vertical y penetra en la nieve perfectamente. Su mango y sistema de “hook“ deslizante, provisto de punto de anclaje para el pulpo de unión al arnés (antiperdida), es super-eficaz y no molesta para nada. La maza es suficiente para emplazar pitones y la pala, por poner un pero podría ser 1 cm más larga, aunque  funciona bien. En terreno más vertical la hoja penetra perfectamente estallando poquísimo el hielo. No cansa para nada los brazos. En definitiva una herramienta que he decidido sin duda adoptar para esta temporada en actividades de media-alta dificultad.”


Hasta la siguiente aventura ;).
MUCHO MONTE :D





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