lunes, 11 de diciembre de 2017

ALPINISMO EN VIGNEMALE POR LA MOSCOWA 25/26 DE NOVIEMBRE

Pues casi a punto de caramelo con el comienzo de los cursos de iniciación y de perfeccionamiento al alpinismo, Alain, junto con Nahiana y Carlos, le echaron valor para subir al Vignemale por La Moscowa.

alpinism vignemale moscowa
Carlos, Alain y Nahiana


En éste caso, no llevaban tienda para plantar y pasar la noche; Nahiana llegaba tarde de currar así que, les tocaba subir con frontales hasta la cabaña para pasar allí la noche.

Los tres se reunieron en la ofi a eso de las 18:30. Les tocó realizar una caminata con frontales, frió y ventarron que, en el caso de haber llevado tienda, les hubiese sido imposible montarla.
Pues nada, todos al saco tras cenar un poquito. Bueno, Nahiana llevaba hasta tortilla que, en cualquiera de las circunstancias, siempre sabe de maravilla.
A dormir. Mañana tienen previsto levantarse a las 4:30 am.

A las 3:30 am, Alain ya está danzando. De un silencio casi sepulcral, de repente un viento ensordecedor aparecido de la nada, empieza a rodear la cabaña. El resto empieza a espabilarse y aparece cierta incertidumbre en el ambiente. Qué hacer, qué no hacer. Frío, viento, sensación térmica de más de -15 grados...











Y, como siempre, lo mejor es levantarse tranquilamente, desayunar para entonar el cuerpo y, es buen momento para conocerse algo mejor. Por su parte, Carlos había hecho varias cosillas por Los Alpes y, Nahiana había estado en el Aconcagua (Cordillera de los Andes) y en el Cho Oyu (Himalaya), donde se congeló las manos.










Se esperaba que el viento amainase pero aún así, el frió era insoportable. Habría que subir despacito y sin parar y, en el momento que alguno de ellos dejase de los dedos, la decisión estaba clara: todos para abajo.


Decidieron salir del refugio con mucho viento que, aún les congelaban las gotas de moquillo que no paraban de caer, sobre un suelo crujiente y congelado:





Moviendo las manos de cuando en cuando para combatir el salvaje frió, consiguieron ir subiendo poco a poco pero sin parar salvo para quitarse alguna capa de ropa que les permitiera caminar con mayor agilidad y sudar menos (el sudor se enfría y sería peor).

La subida al Vignemale por la Moscawa siempre tiene varias variantes. Esta vez, tampoco subieron por la Moscowa. Alain decidió, puesto que el cansancio y el frió empezaba a hacer mella en nuestros chicos, subir por la Chechena que, aunque está algo más empinada (acumula menos nieve), es más directa y más directa.





Consiguieron llegar al collado de Lady Lyster a eso de las 9:30 de la mañana.




En el cerro de la Labaza se les metió viento de norte y se puso a nevar con ventisca. El momento cumbre tenía que ser un "visto y no visto". Atravesaron el glaciar con nieve dura y finalmente, sus esfuerzos dieron resultados: la recompensa llegó a las 11:45, hora en la que hicieron cima en el Vignemale.




Frío atroz, un par de fotos que demuestran la proeza y, "enchufados" para abajo esta vez si, por la Moscowa, con nieve bastante checa.

Conclusión: el sufrimiento merece la pena y, nuestros chicos, flipando en colores :D

!MUCHO MONTE!


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